Por esa increíble habilidad que tienen los jóvenes para manejar Internet, ayer le encontré a mi hijo mirando la película “Avatar” por ese medio. Me atrajo la película por su contenido conocido del militarismo invasor estadounidense, además me parecía familiar. Me recordó la vigente invasión legal primero del capital privado a la Amazonía, la respuesta firme y contundente de los Pueblos Amazónicos y luego la masacre del que fueron víctimas el 5 de junio 2009 en la “Curva del Diablo” por parte de las fuerza militares ordenados para el ataque por la Ministra del Interior Mercedes Cabanillas, quien está siendo librada de toda responsabilidad por su gobierno aprista.
Lo cierto es que, la película “Avatar” trata de una invasión militar incluido de monopolios estadounidenses a una comunidad denominada “Pandora” (Planeta recién descubierto) para apoderarse de sus territorios donde había en abundancia riquezas minerales muy valiosas. Primero lo quieren hacer sutilmente, “formalmente” con el proyecto de explotación “avatar”, al no conseguirlo, lo hacen con invasión militarista, especialidad estadounidense. El imperio contra la biodiversidad.
La comunidad de Pandora es una sociedad en estado primitivo, pero, como es de suponer, es una comunidad muy ligada a sus territorios, su riqueza ancestral y a su sabiduría natural, por tanto asumen la resistencia y defensa de sus territorios.
Nuevamente el imperio guerrerista estadounidense, por la ambición y la riqueza desmedida se ve envuelta en masacre y genocidio. Hace fracasar la Cumbre de Copenhague contra el cambio climático. Es la realidad.
La película está en los cines, según informes es la segunda más taquillera. Hay un buen logro de los efectos especiales. Muy buena. El parecido con el “Baguazo” no es coincidencia.
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