Por: Sebastián Solari / Francisco Román*
El árbol, forma milenaria de vida, es el elemento principal de diversos ecosistemas. Dentro de las plantas, es un ser muy evolucionado por su estructura leñosa que comunica la energía de la tierra con la del aire, circulando agua y nutrientes que fluyen desde sus raíces hasta sus hojas, flores y frutos. Los árboles en las ciudades brindan frescor y sombra y dan sustento a muchas especies animales a las cuales alimenta y da hogar.
La salud y las hojas
Cada vez más se hace inminente la conservación de la naturaleza ante los embates del calentamiento global. Se ha vuelto insoportable vivir en una ciudad como Lima, con agudos problemas de contaminación por el crecimiento desproporcionado de la urbe, el parque automotor y la industria. La mayoría de la población sufre de males respiratorios, alergias y dolores de cabeza por el aire viciado. Es necesario incrementar las áreas verdes, zonas de recreo y deportes, conjuntamente con macizos boscosos que compitan y amortigüen los efectos nocivos del ruido y los contaminantes en el aire.
La ciudad del desierto
Lima se encuentra en un desierto subtropical con escasa precipitación, paisaje interrumpido por ríos que crean condiciones de valles fértiles y lomas costeras que se alimentan de la brisa marina. En este momento estamos atravesando un proceso acelerado de desertificación que ha llegado a ubicar a Lima como la segunda ciudad más árida del mundo después de El Cairo, Egipto. Hay que ser conscientes del hecho y optar por una cultura de ahorro de agua y no sembrar grandes extensiones de pasto u otras especies exigentes en riego.
Inteligencia verde
La elección de las especies de árboles debe respetar un plan de zonificación con criterio ecológico y social, no solo de ornato o estético. La ubicación, ya sea cerca al mar, en parques o avenidas muy transitadas, condiciona en gran medida la selección y cuidado de la especie. Las necesidades son distintas en cada lugar, la especie indicada puede asegurarnos un buen desarrollo de los árboles y un ahorro sustancial en el mantenimiento (agua, plaguicidas, etc.). Es necesario mencionar que las áreas verdes deben estar en proporción a la mancha urbana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una extensión mínima de 8 metros cuadrados por habitante: Lima apenas cuenta con a 2 metros cuadrados de áreas verdes por habitante.
Metropolitano malo
La propuesta de áreas verdes del Metropolitano resulta insuficiente ante la magnitud de la obra, no solo en extensión verde, sino también en la elección de plantas, las cuales no corresponden por su funcionalidad ambiental, que es lo primordial en una zona de alta contaminación. Lo que se necesita son árboles que renueven su follaje constantemente manteniendo así su vitalidad. Casos parecidos se repiten en los distintos distritos de la capital. Es importante mencionar que las áreas verdes también son patrimonio y que el cuidado de estas revalora todo el conjunto social y urbano.
+ Info
Árboles de Lima. Guía de arboricultura urbana
Brinda información sobre el cuidado y manejo de las principales especies de la capital.
Orientada a gente de todas las edades, jardineros, forestales, amas de casa y público en general.
Puede encontrarse en las principales librerías así como en la página
http://www.proyectobarrio.com/ (también para consultas y comentarios).
Realizado con la colaboración de Katsumi Yoshioka, prólogo del Dr. Carlos Reynel, fotografías de Xavier Conesa (Edición PTYX. Impresión: El Remanso).
(*) Tina Lerner**
[**] Autores del libro “Árboles de Lima”
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