sábado, 23 de enero de 2010

AGUARUNAS: HISTORIA Y COSTUMBRES


El grupo Aguaruna llegó al Alto Mayo hace más de 100 años, asentándose en la parte no oriental del valle, procedentes de la zona de Cahuapanas y del Marañón. A lo largo de varias décadas los aguarunas han ido ocupando la parte alta del río Huascayacu, posteriormente del río Mayo. Su ancestro Jíbaro les ha permitido subsistir culturalmente, tras muchos años de mantener contacto con la cultura mestiza.


En el Alto Mayo encontraron un vasto bosque que les permitió cazar, recolectar y seguir haciendo sus chacras a la usanza tradiciones, vale decir rotando cada 10 años, después cada tres o cuatro años, como hacen actualmente. Esta es una valiosa modalidad de conservación del recurso suelo, por lo que la productividad de la tierra no se deterioraba. Conservaron el bosque y respetaron la armonía ecosis-temática, fuente de vida de todas las culturas selváticas. Saben que la destrucción del bosque llevará inexorablemente a la desaparición de los grupos nativos como cultura.

Tradicionalmente no tuvieron una organización definida, pero respetaron niveles jerárquicos que fueron más efectivos que una institución actual. Su educación era realmente para la vida. Comenzaba a los cinco años. El padre enseñaba todas las mañanas los fundamentos de la vida: trabajo, respeto, valor, habilidades para la caza, sabiduría de la naturaleza, etc. a fines de la adolescencia, para integrar al joven a la vida adulta se realizaba el rito del Ayahuasca, una sustancia alucinógena extraída de una planta del mismo nombre, que al beberla produce visiones. Así podía definir lo que iba a ser en su vida futura, si sería guerrero, cazador, etc.

La poligamia era permitida entre ellos. Significaba entre ellos. Significaba la capacidad de un hombre para mantener dos o más mujeres; o la confianza de un padre para entregar a dos o tres hijas a un buen aguaruna. Actualmente subsisten algunas de esta costumbres. Son los viejos o maduros y las mujeres en su mayoría los que se resisten a romper sus costumbres, fuente de su sabiduría.

Muchas de las costumbres ancestrales de los aguarunas se conservan, pero cada vez en un sector más reducido de la población. El bosque, sustento de su cultura se va perdiendo.

Las nueve comunidades (Huascayacu, Morroyacu, Shimpiyacu, San Rafael, El Dorado, Shambuyacu, Awajún, Alto y Bajo Naranjillo) se agrupan en la Organización Aguaruna del Alto Mayo-OAAM. Ocupan un área de 60 mil hectáreas. La mayor parte de esta población es bilingüe. En total son 350 familias. Se organizan para la producción, capacitación y para planificar su desarrollo. Actualmente trabajan en la producción comercial cultivando arroz, maíz y café.


El Estado, a través del Proyecto Especial Alto Mayo les brinda atención al igual que a los demás pueblos de esta zona. Trabajan con créditos agropecuarios, mecanizan sus tierras, reciben asistencia técnica. Cuentan con escuelas, postas médicas, servicios de agua. A los nativos les capacitan en tecnología sanitaria. Se van insertando en la nueva dinámica de vida con algún éxito, muchas veces a costa de su identidad cultural.
 
Leer todo sobre los Aguarunas en: http://usuarios.multimania.es/mbba1/AGUARUNAS.htm
 
Más en:
http://www.selvasperu.org/documents/Aguaruna.pdf

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