Entrevista a Odette Vélez Valcárcel, quien con Daniel Dreifuss Escárate ha publicado El Poder de educar. Una mirada al vínculo pedagógico. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.
Odette Vélez Valcárcel, analista y docente universitaria.
-¿Cuán grave es la crisis universitaria en el Perú?
-Tan grave como la de cualquier país subdesarrollado en el que existen desigualdades abismales y en el que la educación nunca es una prioridad a ser atendida.
-¿A qué se debe el afán de profesionalización?
-Responde a un antiguo interés de las universidades por lograr “trabajadores especializados” que accedan a puestos de trabajo de máximo nivel. Se prioriza el desarrollo de conocimientos técnicos y profesionales orientados a resolver problemas. El riesgo de este modelo es olvidar que el rol de la universidad va más allá de formar profesionales y supone también cultivar la filosofía, el arte, la cultura y la política como aspectos centrales en la formación humana.
-¿Qué significa ser profesor universitario?
-Significa ser capaz de crear óptimas condiciones para facilitar el aprendizaje de los estudiantes. Esta tarea supone tener solidez académica, pensamiento autónomo pero, especialmente, desarrollar una pasión por el crecimiento del otro, ser respetuoso con el otro como es y como quiere llegar a ser, es decir, tener tacto pedagógico.
-¿A qué se llama condiciones pedagógicas?
-Son el escenario en el que se invita al estudiante a aprender. No sólo se trata de condiciones materiales sino, sobre todo, de condiciones humanas vinculadas con la capacidad del docente para establecer un vínculo suficientemente bueno en el que, con iniciativa y acogimiento, pueda facilitar el proceso de aprendizaje, interviniendo y respetando su ritmo y estilo de trabajo.
-¿Cuántas clases de educación hay en el Perú?
-Desde la perspectiva pedagógica de nuestro libro, hay una educación centrada en la instrucción, en la adquisición de saberes y conocimientos científicos y culturales, que es importante y es la más generalizada. Sin embargo, también hay una educación centrada en la formación, vinculada con el desarrollo de los estudiantes como personas y ciudadanos, con su posicionamiento ético ante el mundo, con el ejercicio de su libertad y responsabilidad, que es indispensable aunque menos difundida. La educación supone esa doble faena: instruir y formar. La Primera.
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