Carlos Villacorta Valles
¿Es tu hijo hiperactivo?
En la actualidad, su afección ha subido a más del 15% de los niños y adolescentes. En cada salón de clase hay entre 1 y 3 estudiantes afectados severamente y entre 10 moderadamente. Cada caso es único., siendo la atención personalizada.
¿En qué consiste este problema?
Si su hijo tiene los siguientes síntomas:
En cuanto a la atención:
• Se distrae fácilmente y no se mantiene atento el tiempo suficiente.
• Comete errores por descuido y no se da cuenta de los detalles.
• Parece no escuchar cuando se le está hablando en forma directa.
• No cumple con sus tareas escolares u otras obligaciones porque no está atento a las instrucciones e indicaciones que se le señalan.
• Tiene dificultades para organizarse y descuida sus tareas diarias.
• Rechaza los trabajos que requieren esfuerzo mental.
• Le aburre la lectura silenciosa.
Sobre hiperactividad e impulsividad:
• No está sentado tranquilamente, mueve constantemente los pies y las manos.
• Se levanta de su asiento por cualquier motivo cuando debería de permanecer sentado.
• Le es difícil esperar su turno e interrumpe las actividades.
• Habla en demasía, inclusive responde las preguntas antes que su interlocutor finalice en su interrogante.
• Salta, corre y se mueve en momentos inoportunos.
• Casi le es imposible entretenerse solo.
• Esta en movimiento constante o está fastidiando a los demás.
Entonces estamos hablando del TDAH, hora de recurrir donde un especialista (Neuropediatra o neurólogo) para su detección y determine el tipo de trastorno que tiene; porque los especialistas para un mejor tratamiento lo han clasificado en tres tipos denominándolos con letra mayúscula A, B, y C:
Trastorno tipo A.- Algunas de las características principales son: su hijo lo acribilla con palabras aparentando conversar. No espera su turno para nada, ni para recibir sus objetos de trabajo, para hacer la cola, para patear la pelota. Casi todo el día está que corre, salta, va de un lado para otro mirando que agarra, que toca, en todo caso no para de jugar un segundo. Pinta y garabatea el cuaderno constantemente.
Trastorno B.- Olvida con frecuencia las tareas escolares, es costumbre que pierda sus cuadernos, su borrador, su lapicero o sus juguetes. Es un dolor de cabeza para los maestros que constantemente tienen que estar llamándolo al orden y que atienda la clase o no esté fastidiando a sus compañeros. Por otro lado es fácil que se abrume por las dificultades y deje las cosas a medio hacer, sobre todo cuando el esfuerzo es mental.
Trastorno C.- Es un ataque combinado de A y B.
Usted mi amigo lector, padre de familia o querido maestro, no deje pasar estos síntomas en sus observaciones a sus hijos y escolares, porque sus consecuencias son fatales, siendo los más destacados los siguientes:
• Ansiedad y depresión.
• Migraña.
• Problemas de conducta.
• Problemas de aprendizaje
• Síndrome de tourette* o movimientos involuntarios repetitivos llamados Tics.
• Trastorno generalizado del desarrollo y la coordinación.
• Trastorno bipolar**.
• Drogadicción o alcoholismo.
Sé que nos es un poco difícil aceptar que nuestro niño(a) pueda tener este tipo de mal. Eso sería un craso error. Lo clásico, “es mejor prevenir que lamentar”.
¿Por qué se presenta?
Cuando hay problemas al nacer: Bajo de peso, ahogamiento con el cordón umbilical o con el líquido amniótico que pueden dañar el cerebro. Durante la gestación: Un aborto no concluido o tomar pastillas abortivas sin resultados, consumo de tabaco o alcohol, etcétera. Algunos señalan que también puede ser hereditario. Para su tratamiento es fundamental la presencia del especialista. Las pastillas son en casos extremos. MEJOR ES LA TERAPIA.
NOTAS:
* http://espanol.ninds.nih.gov/trastornos/sindrome_de_tourette.htm
** http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000926.htm
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